domingo, 12 de abril de 2015

CONTRA EL DEVOTO DE MARÍA, NADA PUEDE EL DIABLO

   
Cántiga 74: Esta es cómo Santa María salvó al pintor que el demonio quería matar, porque lo pintaba feo.
   "A quien quiere defender Santa María, no puede el demonio hacerle ningún mal".
   
Y de esto un milagro quiero contaros, de cómo Santa María quiso guardar a un pintor suyo, que intentaba pintarla a Ella muy hermosa, con todas sus fuerzas. Y siempre pintaba al demonio más feo que nada, y el demonio, por eso, le dijo: -¿Por qué me desdeñas o por qué me haces aparecer tan mal a cuantos me ven?
   
Y él dijo entonces: -Esto te lo hago con mucha razón, porque tú siempre haces el mal y del bien no quieres saber nada.
   
Cuando esto hubo dicho, el demonio se irritó y amenazó duramente al pintor, que lo mataría, y buscó camino para hacerlo morir bien pronto. Porque un día lo acechó donde estaba pintando, como he aprendido, la imagen de la Virgen, por lo que oí, y trataba de componerla muy bien, para que apareciese muy hermosa.
  
Pero entonces, el demonio, en quien todo mal yace, trajo un fuerte viento, como cuando hay grandes turbiones y quiere llover. Luego que aquel viento entró en la iglesia, echó por tierra el andamio en el que el pintor estaba, pero él llamó en seguida a la Virgen Madre de Dios para que viniese a socorrerlo.
   
Y ella con tal rapidez acudió, que hizo que se sostuviese en el pincel con el que pintaba, y por ello no cayó ni pudo el demonio dañarlo en nada. Y al gran ruido que hizo la madera, vinieron las gentes en seguida, y vieron al demonio más negro que la pez, huir de la iglesia donde iba a perder.
   
Y vieron cómo estaba el pintor colgado del pincel, y por ello dieron loores a la Madre de Nuestro Señor, que quiere a los suyos valer de las grandes angustias.

Alfonso X de Castilla (El Sabio), Cántigas de Santa María. Cántiga 74

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