martes, 22 de julio de 2014

NOVENA A SAN IGNACIO DE LOYOLA, FUNDADOR DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

La Novena fue escrita por un sacerdote de la Compañía de Jesús, y recibió Imprimátur de la Archidiócesis de Madrid en 1829.
  
El tiempo más oportuno para hacer esta Novena al esclarecido Patriarca San Ignacio de Loyola, es aquel en que sus devotos necesitaren conseguir alguna gracia del Señor por medio de su poderosa intercesión. Los que la hicieren sin precisarles alguna urgente aflicción, o por fervor devoto, podrán escoger los tiempos siguientes: desde el día veintidos de julio hasta el día treinta del mismo mes, víspera de su festividad; o nueve dias antes de la Asuncion gloriosa de la Emperatriz de los Cielos a la Gloria, día en que San Ignacio puso los primeros fundamentos a su religión en la iglesia de San Pedro del Monte de los Mártires, extramuros de la ciudad de París; o nueve días hasta el día veinte y siete de septiembre, cuando el Papa Pablo III confirmó la Compañía de Jesús; y en fin se podrá empezar cualquier sábado, concluyéndola el segundo domingo siguiente, en memoria de aquel prodigioso rapto que tuvo el Santo en la cueva de Manresa, que duró de un sábado a otro, en el cual le mostró Dios la idea, nacimiento y progresos de la religión que había de fundar.
   
El fin de hacer esta Novena, ha de ser el que tuvo San Ignacio en todas sus empresas, pensamientos, palabras y obras: “AD MAJÓREM DEI GLÓRIAM”, a la mayor gloria de Dios. Este fin nobilísimo se han de proponer sus devotos en pedir al Santo y conseguir la gracia que desearen, remitiendo al arbitrio del Santo lo que toca al propio interés, porque san Ignacio sabe mejor que nosotros lo que conviene y los que piden sus celestiales favores. Muchas veces, si el Santo concediera la gracia que se le pide, sería para condenación de los que suspiran por ella; y no pueden los Santos desear a sus favorecidos desgracia eternamente lamentable. Pero asegúrense los que hicieren la Novena del glorioso Patriarca San Ignacio, que si no les conviene el favor que piden, les ha de conceder otra alguna gracia mucho más deseable, y que ellos mismos pedirían al Santo, si Dios les abriese los ojos del alma para conocer la necesidad que de ella tienen.
    
Advertencias para todos los días
Hincados de rodillas delante de algún altar o imagen de San Ignacio de Loyola, levantará el corazón a Dios, y se considerará presente a la Santísima Trinidad, a Cristo nuestro Señor, a María Santísima asistida de la celestial corte de innumerables Ángeles y Santos, y especialmente pondrá los ojos del alma en San Ignacio, ofreciendo a Dios por medio del Santo todos sus pensamientos, palabras y obras con la Novena.
 
NOVENA A SAN IGNACIO DE LOYOLA, FUNDADOR DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
  
     
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
ACTO DE CONTRICIÓN – PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
   
ORACIÓN INICIAL – PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Gloriosísimo Padre y Patriarca San Ignacio, Fundador de la Compañía de Jesús y Padre mío amantísimo: si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma que yo consiga la gracia que os pido en esta Novena, alcanzadla del Señor; y si no, ordenad mi petición con todos mis pensamientos, palabras y obras a lo que fue siempre el blasón de vuestras heroicas empresas: A mayor gloria de Dios.
   
DÍA PRIMERO – 22 DE JULIO
Jesús mío dulcísimo, que nos revelasteis los misterios sagrados de vuestra Fe, y por vuestra predicación deseasteis plantarla en los corazones humanos como raíz de todas las buenas obras y de la eterna salvación, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente los de su iluminada fe, con la cual creería cuantos misterios están escritos en las santas Escrituras aunque se perdiesen todos los libros sagrados; y de la cual animado, la defendió contra los herejes, la dilató entre los gentiles y la avivó entre los católicos. Suplícoos, Padre amantísimo de mí alma, me deis una fe vivísima de vuestros divinos misterios, que me ilustre para creerlos y estimarlos como verdadero hijo de la santa Iglesia con fervorosas obras de perfecto cristiano, y me concedáis la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor del Santo, y bien de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías a la Santísima Trinidad, en obsequio de la devocion que nuestro Padre San Ignacio tuvo a este inefable e incomprensible Misterio.
   
ORACIÓN A SAN IGNACIO DE LOYOLA
Santísimo Padre y Patriarca San Ignacio, a quien Jesús escogió para Capitán de su sagrada Compañía y adornó con todas las virtudes que pedía este supremo cargo: Ángel en la pureza de cuerpo y mente; Arcángel encargado de tantos negocios de la mayor gloria de Dios y bien de las almas; Principado excelentísimo en la dirección de tantos millares de espíritus felices; Potestad poderosísima para echar a los demonios de los cuerpos y de las almas; Virtud prodigiosa en tantos y tan estupendos milagros; Dominación suprema de la Compañía, que formó tan dignos ministros evangélicos, y ahora continúa en formarlos desde el Cielo; Trono elevadísimo en quien descansó la mayor gloria de Dios, corriendo en vuestra fogosa alma por todas las cuatro partes del mundo; Sapientísimo Querubín, cuya mente ilustrada por el Espíritu Santo dictó sabiduría celestial a su pluma; Serafín fogosísimo que aspiró en su vida, y aspira continuamente desde el Cielo, a encender todo el mundo en llamas del divino amor; abreviado paraíso de todas las virtudes y gracias que, a competencia, formaron la heroicidad nunca bastantemente alabada de vuestra grande alma. Yo, Padre mío amantísimo, me gozo de veros tan superior a cuantos elogios puede daros mi balbuciente lengua y concebir mi tardo entendimiento, aunque inspirado de una voluntad ansiosa de amaros y de que os amen todos los hombres. Confiado en vuestras piedades, imploro vuestra benignísima caridad para que me alcancéis que viva yo una vida verdaderamente cristiana, conforme a las obligaciones de mi estado, observando perfectamente la ley santa de Dios y los consejos evangélicos que me pertenecen; y que no buscando en todas mis acciones otra cosa que la mayor gloria de Dios, consiga una muerte dichosa en los brazos de Jesús, en el amparo de María Santísima, y en vuestra presencia. Espero, Padre mío dulcísimo y suavísimo, me concedáis estas gracias tan importantes para mi eterna salvación, y el favor que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma. Amén. (Aqui se hará la peticion al Santo, alentando la confianza de conseguir la gracia que se desea por los merecimientos de tan poderoso intercesor)
     
ORACIÓN DE ENTREGA
¡Oh Dios infinitamente liberal y misericordioso! Pues he recibido de vuestra Majestad todos los dones naturales y sobrenaturales que tengo, deseoso de ser en alguna manera agradecido a vuestras misericordias, os vuelvo cuanto me habéis dado, con esta oferta familiar en el corazón y en los labios de mi glorioso Padre San Ignacio: “Recibid, Señor, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad. Cuanto tengo o poseo, de vuestra Divina Majestad lo he recibido; todo lo vuelvo a mi Dios, y lo consagro a vuestra Divina voluntad, para que me dirija y gobierne en todas las cosas. Dadme, Señor, vuestro Divino amor a continuo con vuestra Divina gracia, y con eso solo soy bastantemente rico, ni pido otra cosa alguna”.
   
GOZOS EN HONOR A SAN IGNACIO DE LOYOLA
   
A Ignacio glorificado
Cante el Empíreo victoria:
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
   
Un fiero golpe espantoso
Del bronce que le combate
Le hiere, pero no abate
Su espíritu valeroso:
¡Oh corazón generoso,
Magnánimo y esforzado! 
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
         
Apenas a orar empieza,
Su plegaria al Cielo sube,
Y baja en cándida nube
La Madre de la Belleza.
¿Qué don le trae? La Pureza,
Don precioso y regalado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
      
Desde entonces en ferviente
Caridad todo se inflama,
Y esta viva y dulce llama
Crecer en su pecho siente.
Al orbe ya en fuego ardiente
Quisiera ver abrasado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
    
Quien visto su ardor hubiera,
Su ternura, su desvelo
Ante la Reina del Cielo
Que Montserrat venera,
¿Un Serafín no dijera
Ser del Empíreo bajado?
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
  
En la caverna horrorosa
Que el Cardoner limpio baña,
Con admiración vio España
Su penitencia pasmosa,
Tan rígida y espantosa
Que al orbe dejó asombrado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
   
Pero en cambio allí gustará
Tan regalados favores,
Tantos deliquios y amores,
Que aunque otro bien no esperara
Ya su dicha no trocará
Por un palacio dorado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
   
Si la deja, va corriendo
A buscar la Palestina,
Donde su sangre Divina
Vertió el buen Jesús muriendo.
¡Cuánto allí crece el incendio
De su espíritu inflamado!
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
    
Desde entonces de tal suerte
Arde su amor, que ni penas,
Ni cárceles, ni cadenas,
Ni el tormento, ni la muerte
Le entibian, porque más fuerte
Es el amor acendrado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
        
Mas si una vez este fuego
En un pecho noble prende,
¿Sofocarlo quién pretende
Que afuera no salga luego?
No hay paz, quietud ni sosiego
Hasta verlo propagado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
    
Corre inflamado la tierra,
Busca nuevos compañeros,
Alista fuertes guerreros,
Declara al Infierno guerra:
Ya el campo se ve, y la tierra
Y el mundo todo incendiado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
      
¡Oh que júbilo sentía
Su corazón generoso
Al ver que el Nombre glorioso
De Jesús ya se veía
Por su amada Compañía
En todo el orbe anunciado!
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
      
Mas, ¡ay!, que viendo cumplido
Su ardentísimo deseo,
Ansiar el Cielo le veo
Más y más enardecido.
¡Oh fénix de amor herido,
Vuela, vuela arrebatado!
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
    
Mueres de amor cual viviste:
Rompa ya el alma esos grillos,
Y júntese a los caudillos
Que acá en la tierra seguiste.
Venciste, Ignacio, venciste,
Tu amor, tu amor ha triunfado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
    
Recibe, pues, mil albricias
En esas mansiones santas
Donde triunfas, donde cantas
Ventura, amor y delicias,
Y el gozo y tiernas caricias
En que te inunda tu Amado.
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
     
A Ignacio glorificado
Cante el Empíreo victoria:
Gloria a Ignacio, eterna gloria
Cante el mundo alborozado.
    
Antífona: Como un hombre prudente, que construyó su casa sobre la roca.
℣. Lo amó el Señor y lo adornó.
℟. Lo revistió con una estola gloriosa.
     
ORACIÓN
Oh Dios, que para la mayor gloria de vuestro Nombre, habéis dado por el bienaventurado Ignacio un nuevo socorro a vuestra Iglesia militante, haced que después de haber combatido en la tierra, siguiendo su ejemplo y bajo su protección, merezcamos ser coronados con él en el Cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO – 23 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
     
Jesús mío dulcísimo, que prometisteis a vuestros siervos tendrían en vuestra esperanza todos los tesoros del mundo y nada les faltaría de cuanto esperasen, confiados en vuestra liberalidad tan amorosa como infinita, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente aquella firmísima esperanza que le sirvió de tesoro inagotable en su pobreza, de áncora segura en las tormentas de tantas persecuciones, y de una gloria anticipada entre los riesgos de esta miserable vida. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, me concedáis una esperanza segura de salvarme, afianzada en las buenas obras hechas con vuestra gracia, y revestidas de vuestros méritos y promesas, y también de conseguir los bienes de esta vida, conducentes a mi eterna salvación y proporcionados a mi estado, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor del Santo y provecho de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
   
DÍA TERCERO – 24 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
   
Jesús mío dulcísimo, que tanto deseásteis el amor de vuestras criaturas, que nos intimásteis, como máximo y principal precepto, amar a nuestro Señor Dios con todo el corazón, con toda el alma, y con todas las fuerzas, ofrézcoos los merecimientos de mi Glorioso Padre San Ignacio, y singularmente aquel inflamadísimo amor, con el cual abrasado en un Serafín humano, respiraba solo llamas de amor divino, refiriendo todas sus obras, palabras y pensamientos a la mayor gloria de Dios, y deseando por premio de su amor, más y más amor, y posponiendo la certeza de su eterna felicidad a la gloria de servir a Dios. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, me concedáis una centella de este fuego sagrado de mi Seráfico Padre San Ignacio, y la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria de Dios, honor del Santo y provecho de mi alma. Amén.
      
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
    
DÍA CUARTO – 25 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
   
Jesús mío dulcísimo, que nos encomendasteis la caridad y amor a los prójimos como el distintivo y señal de vuestra escuela, diciendo que en esto se habían de conocer vuestros discípulos, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente aquella ardentísima caridad con que deseaba encender en el fuego del divino amor a todos los hombres del mundo, y con que hizo y padeció tanto por su eterna salvación, y por asistirlos en todos sus trabajos. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, me concedáis una caridad inflamada, con la cual a imitación de mi Padre San Ignacio, trabaje continuamente en el bien y salvación de mis prójimos con mis palabras y ejemplos, y con cuanto necesitaren de mi caritativa asistencia, y la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria de Dios, honor del Santo, y bien de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
    
DÍA QUINTO – 26 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
   
Jesús mío dulcísimo, que nos encomendásteis la paciencia en los trabajos de esta vida como la senda de la perfección y el camino real de la Gloria, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente los de aquella paciencia invicta con que sufrió desprecios, calumnias, cárceles y cadenas con un espíritu tan constante y alegre en los trabajos, que decía no tener el mundo tantos grillos y cadenas como deseaba padecer por Jesús. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, fortalezcáis la fragilidad de mi espíritu, para que con invencible paciencia resista a los trabajos, penas y angustias de esta miserable vida, pobreza, dolores y afrentas, fabricando de ellas escala para subir a la Gloria, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor del Santo, y bien de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
    
DÍA SEXTO – 27 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
   
Jesús mío dulcísimo, que con el ejemplo y las palabras nos enseñásteis el contínuo ejercicio de la oración y a vivir con el cuerpo en la tierra, y en el Cielo con el espíritu, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente los de aquella continua y perfectísima oración con que vivió entre los Ángeles mientras moraba entre los hombres, para conducirlos con sus trabajos y fatigas a la Patria bienaventurada. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, que me concedáis el don de la oración perfecta en aquel grado que me conviene para mi salvación y para llevar a otros muchos a la Gloria, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor del Santo, y bien de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
     
DÍA SÉPTIMO – 28 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
      
Jesús mío dulcísimo, que con las austeridades de vuestra sacratísima vida, pasión y muerte procurasteis inspirarnos una vida austera, rígida, penitente y mortificada, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente los de su espantosa penitencia, con la cual convirtió la gruta de Manresa en un abreviado mapa de los rigores de Egipto, Tebaida y Nitria, y venció todas sus pasiones, hasta reducirlas a ser instrumentos de la divina Gracia. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, que me concedáis una mortificación interior y exterior tan perfecta, que sujete todas mis pasiones y apetitos a la gracia, y con austeridades y penitencias de la carne, mi cuerpo obedezca a las leyes de una castidad angélica, y la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria de Dios, honor del Santo, y bien de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
     
DÍA OCTAVO – 29 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
   
Jesús mío dulcísimo, que desde el instante de vuestra Encarnación en el seno purísimo de vuestra Madre Virgen, obedecisteis hasta morir obediente en la Cruz, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente los de su heroica obediencia, con que obedeció a todos sus superiores, especialmente al Sumo Pontífice de Roma, Vicario de Cristo en la tierra, consagrando toda su Religión, la Compañía de Jesús, con particular voto a la obediencia de la Santa Sede. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, me concedáis una perfectísima obediencia a todos mis superiores, continuada todos los instantes de mi vida, y perfecta en los tres grados de obedecer: en cuanto a la ejecución, en cuanto a la voluntad y en cuanto al entendimiento; y la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria de Dios, honor del Santo, y bien de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días
     
DÍA NOVENO – 30 DE JULIO
Por la señal…
Acto de Contrición y Oración inicial...
     
Jesús mío dulcísimo, que al morir nos mostrásteis el amor y deseo ardiente que teníais de que los hombres todos amasen, reverenciasen y sirviesen a vuestra Santísima Madre, encomendándola al discípulo amado, ofrézcoos los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente los que atesoró con la cordialísima devoción que profesaba a María Santísima, a quien escogió por madre desde su conversión; y después esta Señora hizo oficios de madre amorosa en todas las empresas que para mayor gloria vuestra emprendió el Santo, iluminándole para que escribiese el libro admirable de los Ejercicios y el de las Constituciones y Reglas de la Compañía. Suplícoos, Padre amantísimo de mi alma, que me concedáis una sólida y cordial devoción para con María Santísima vuestra Madre, aquella que es señal cierta de predestinados; que yo sirva a esta Señora con los obsequios del más fiel y obediente hijo, y la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria de Dios, honor del Santo y provecho de mi alma. Amén.
   
Rezar tres Padre nuestros, y tres Ave Marías. Las oraciones y gozos se rezarán todos los días

2 comentarios:

  1. Estimado don Jorge. Dos consultas

    1) Hoy he descubierto el agua bendita de San Ignacio. ¿Usted la conocía? ¿Tiene algún artículo sobre el tema?
    2) Si San Ignacio recibió los Ejercicios espirituales de su experiencia en Manresa, muchos jesuítas de sana doctrina afirmaban que fue gracias a la inspriación directa de Nuestra Señora, María Santísima. No puede ser de otra manera. Por lo tanto, si fue en 1522 cuando estuvo en Manresa, este año es el aniversario de los Ejercicios espirituales? A ver si me ayuda con estas cuestiones.

    ¡Qué San Ignacio de Loyola y todo los santos jesuítas, rueguen por su apostolado y por usted! Dios lo bendiga y María Santísima lo proteja.

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    Respuestas
    1. Saludos, don Pepe. Al primero, sí hemos oído del agua de San Ignacio, pero hasta ahora no tenemos artículo al respecto. Al segundo, siendo como es el año 1522 cuando estuvo en Manresa y recibió los Ejercicios, su primera publicación definitiva fue en 1548, tras ser aprobados por Pablo III; pero igualmente conviene recordarlo también.

      Que ellos también intercedan por Vuestra Merced.

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