En tiempos de crisis se conoce la fortaleza de principios, y quién es leal en el combate de la Fe. Así, ante la debacle generada por el concilíabulo vaticano, y que un grupo de franciscanos querían adaptar la Regla Seráfica al modernismo, el Padre Pío se pronuncia con fuertes y santas palabras:
San Padre Pío recibiendo los estigmas
“¿Qué están combinando en Roma? ¡Ustedes quieren cambiar la regla de San Francisco! ¡No debemos desnaturalizarnos nosotros mismos. ¡En el juicio final San Francisco no nos reconocerá como hijos suyos!”. A la explicación de que los jóvenes no querían saber de nada con la tonsura ni con el hábito, el padre gritó: “¡Echádlos fuera! ¡Ellos se creen que le hacen un favor a San Francisco entrando en su Orden cuando en realidad es San Francisco quien les hace un gran don!”.
“Nuestra Regla y nuestra forma de vida
serán violentamente combatidas por algunos, y vendrán terribles pruebas
sobre nosotros. Los que sean hallados fieles recibirán la corona de la
vida, pero ¡ay de aquellos que, confiando únicamente en su Orden, se
dejen caer en la tibieza!, porque no serán capaces de soportar las
tentaciones permitidas para prueba de los elegidos”. (Profecía de San Francisco de Asís).
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