viernes, 15 de abril de 2011

NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO Y NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA: CLAMOR MARIANO PARA NUESTROS DÍAS

Artículo tomado y traducido de este TRADITION IN ACTION. Vía AMOR DE LA VERDAD.

Nota introductoria del traductor: “Hay textos que están originalmente en castellano que, por no contar yo con ellos, han sido traducidos de la traducción inglesa por lo que puede haber diferencias con el original. Espero que no afecten a su sentido fundamental. Éste artículo está escrito en las postrimerías del S. XX  pero tiene una aplicación en nuestros días, quizás mayor de lo que la autora pudo sospechar, por la extensión y precisión de los males anunciados tal como se aprecian en el año que corre de 2011.

Quizás las profecías aquí referidas sean conocidas ya por los lectores. El mérito de éste artículo está en haber reunido las más significativas y mostrar su engarce con la revelación de Fátima

Es posible que una exigente crítica histórica llegue a rechazar los textos proféticos que presenta el artículo tachándolos de anacrónicos o más bien ucrónicos por los términos empleados -masonería,  etc.- y por los hechos futuros a que se refieren con tanta precisión y detalle. Similar objeción fue hecha a Lucía de Fátima en sus memorias por señalar, en una revelación de 1917, nominatim, a papas futuros, como Pío XI . Pero la Reina de los Profetas, que ya goza de la visión beatífica y es mensajera y enviada de Dios al mundo conoce con exactitud, los términos y hechos futuros. Como son textos que gozan de una autenticidad irrefutable y probada documentalmente -en las fuentes a que se alude en el artículo- constituyen una estupenda prueba de su sobrebaturalidad e inspiración profética.

Me permito hacer, al hilo del artículo, algunas apostillas como notas del traductor (N.T.) para señalar la actualidad en nuestros días de los textos de esta revelación particular y en algunos casos aclararlos, según mi entender, que sería discutible en algunos casos.

La antigüedad de los textos se acerca a los 400 años pues el último de ellos se refiere a una revelación habida en 1634 y escrita por su autora inmediatamente después en su autobiografía, y que aparece en los textos posteriores del P. Catena y los del P. Pereira, estos últimos escritos 100 años más tarde pero casi 300 años anteriores a nuestros días”.
Marian T. Horvat, Ph.D.

A finales del siglo XVI, la Virgen se apareció a una hermana Concepcionista de Quito, Ecuador, entonces colonia de la Corona Española, bajo el título de Nuestra Señora del Buen Suceso y ordenó que se hiciera una imagen de ella. Deseaba que ello fuera de gran provecho no sólo para el convento y la nación ecuatoriana, sino para todo el Occidente, e incluso para el mundo entero. Lo deseaba no sólo por el convento, que estaría especialemente necesitado de su protección en los primeros tiempos de la Colonia, sino también porque quería ayudar en la gran crisis de la Iglesia y de la sociedad que iba a producirse en el siglo XX.

La imagen regia de Nuestra Señora del Buen Suceso, con su majestad imponente y su aire sobrenatural, no es una imagen ordinaria. Fue acabada milagrosamente por los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, en el año 1611. Los lectores que han venido siguiendo el relato de los hechos a través de los medios católicos, ya conocen la hermosa historia. Otros la pueden encontrar en mi libro titulado “Nuestra Señora del Buen Suceso, Profecías para nuestros tiempos”.

Nuestra Señora del Buen Suceso: su semblante muestra con claridad que es la Reina del  profetizado “Reino de María”
 
En ella se narra la asombrosa vida de la Madre Mariana de Jesús Torres (1563-1635) quien ofreció sus sufrimientos y su vida por la crisis de la Iglesia que iba a ocurrir en el siglo XX y se le concedió conocerla.  La Madre Mariana fue una religiosa Concepcionista que se trasladó desde España al Nuevo Mundo a los 13 años para ayudar en la fundación del Real Convento de la Inmaculada Concepción (una rama franciscana) de Quito. Favorecida por el cielo con muchos dones singulares, a esta alma elegida  le fue dado conocer muchos acontecimientos futuros, en especial la situación de la Iglesia en nuestros días. [N.T. Algunos de los acontecimientos profetizados ya han sucedido en el s. XIX como el asesinato del presidente García Moreno justo enfrente del convento concepcionista, tal como se había anunciado y la consagración del Ecuador al Sacratísimo Corazón de Jesús].

Un elemento de las profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso ha sido la referencia a Gabriel García Moreno, "el presidente mártir”

Este no es el lugar para hablar de su extraordinaria vida y de las muchas pruebas y sufrimientos que experimentó. Lo que pretendo ahora es relatar algunas profecías que le fueron reveladas relativas a  nuestros tiempos y mostrar cómo se armonizan perfectamente con las profecías más conocidas de la Virgen de Fátima en 1917.

Nuestra Señora le dijo a la Madre Mariana que en nuestra época lamentable, abundarían las herejías, la corrupción de costumbres sería casi total y que la luz de la fe casi se habría extinguido. Para expiar las blasfemias y abusos y para acelerar el día de la restauración triunfante, a esta religiosa del siglo XVII se le pidió que se convirtiera  en víctima expiatoria por los pecados de nuestro tiempo. Por lo tanto, de una manera especial, la vocación de la Madre Mariana está unida a la crisis de la Iglesia y de la sociedad que, innegablemente, presenciamos en nuestros días.

Hace diez años hice una peregrinación para ver la imagen milagrosa de Nuestra Señora del Buen Suceso, y hallé una biografía de 500 páginas de la Madre Mariana escrita 100 años después de su muerte por el  Provincial franciscano P. Manuel Souza Pereira, que murió en olor de santidad. Él basó su trabajo en los documentos de los archivos del convento, en la autobiografía escrita por la misma Madre Mariana que recibió la aprobación del  décimo obispo de Quito, Rev. Pedro de Oviedo, y en la biografía del Provincial franciscano P. Luis Catena, que escribió su vida poco después de su muerte.

He traducido la obra del P. Pereira al Inglés [ahora disponible en dos volúmenes]. A medida que avanzaba en el trabajo, quedé muy sorprendida al saber que la Virgen, en  apariciónes aprobadas hacía más de trescientos años [N.T. casi 400 ahora] se refería a los problemas de nuestros días. Es imposible que una religiosa española en los años siguientes a 1600, pueda haber tenido alguna idea de lo que iba a ocurrir en nuestro siglo. Pero no sólo eso: Nuestra Señora advirtió a la Madre Mariana que se abusaría de los sacramentos y se los abandonaría, que se malograrían las vocaciones debido a una mala formación y educación en las escuelas católicas y en los conventos, que la impureza inundaría las calles como una riada de aguas pestilentes hasta el punto que no quedaría ya casi ningún alma virgen”.

 Después del Vaticano II, las normas y los hábitos religiosos han cambiado, y han disminuído las vocaciones.

Pero hay un vínculo aún más profundo con el mensaje de Fátima. Nuestra Señora le dijo a la Madre Mariana que su nombre sólo se conocería a finales del siglo XX. El tercer secreto de Fátima se suponía que iba  a ser  revelado al mundo en 1960. Misteriosamente, no lo sería. En 1960 el Papa Juan XXIII dio el mensaje incomprensible, en contradicción directa con el mandato de la Madre de Dios: “Questo è no per i nostri tempi” (“Este asunto no es para nuestros tiempos”). Por “el bien de la Iglesia y el bienestar de la humanidad”. hasta ahora los tres papas que le siguieron han seguido su ejemplo, en vez de atender al mandato de la Reina Celestial. [N.T. como se ve el artículo de la autora es anterior al año 2000 en el que supuestamente ha sido revelado por el Vaticano el tercer secreto de Fátima con la aquiescencia de la supuesta Hna. Lucía de  Fátima]

Sin embargo, el mensaje de la Virgen de Quito advierte repetidamente de una crisis en la Iglesia y en el clero –tanto secular como regular-. ¿Podría ser esta la tercera parte del mensaje de 1917, aún no revelado hasta el día de  hoy: la apostasía en el clero, la general extinción de la luz de la fe, la conspiración contra la Iglesia, el dominio de Satanás? [N.T. como se sabe y muchas personalidades han declarado la APOSTASÍA en la Iglesia es el tema fundamental del verdadero tercer secreto]. En mi opinión, Fátima y Quito forman, como Atila Sinke Guimarães señala en su prólogo a mi libro, “las dos ramas del mismo arco gótico”. Es el mensaje de la Reina del Universo para los católicos en nuestra coyuntura actual”.

Actualmente, muchos expertos consideran que el Tercer Secreto de Fátima es la Apostasía en la Iglesia (Manuscrito original del Tercer Secreto) 

Profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso y de Nuestra Señora de Fátima
Un profeta es una persona con un mensaje para el futuro, un intercesor en el Cielo que pide la cooperación del hombre con la gracia. Cuando Dios enviaba Profetas en el Antiguo Testamento era para recordar a los hombres que debían regresar a la verdad. En el siglo XX el Señor ha enviado a Su Madre, la Reina de los Profetas con este encargo: “Ve a la tierra y destruye las herejías”. Los Padres de la Iglesia han escrito que la Virgen es el martillo de las herejías.

Creo que si se estudia el mensaje de Nuestra Señora de Fátima, se encuentra un llamado a la conversión y a la oración –en especial el Rosario– y también muchas advertencias sobre las herejías y errores de nuestro tiempo. Nuestra Señora de Quito confirmó estas advertencias de Fátima, hace más de 300 años, de una manera clara y muy descriptiva, a la humilde religiosa Concepcionista.

En esta primera parte intento poner de relieve ciertas similitudes que me llamaron la atención en las historias de Quito y Fátima y terminaré refiriendo algunas de las profecías relacionadas con la crisis en la Iglesia.

1. Necesidad de víctimas expiatorias
Nos acercamos al final del siglo XX, el siglo del hombre, quien se ha entregado a todos los placeres y ha adoptado el lema de la Revolución de los años 60: Prohibido prohibir. Es conveniente que los mensajes de Fátima y Quito hablen al hombre de la necesidad de víctimas expiatorias y del amor de la Cruz.

Es muy interesante comprobar que en la primera aparición de Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora pide a los niños, “¿Queréis ofreceros a Dios para sufrir todos los sufrimientos que quiera enviaros, como un acto de reparación por los pecados con que Él es ofendido y como súplica por la conversión de los pecadores?” Ella pide la cooperación del hombre en el plan divino, y los niños aceptaron. Lucía dijo: “Sí, lo queremos”. “Pues entonces, vais a sufrir mucho, pero la gracia de Dios os confortará”.

Nuestra Señora de Fátima: su mensaje confirma el de Nuestra Señora del Buen Suceso (búsqueda de almas víctimas, apostasía e inmoralidad en la Iglesia y el mundo, y el Triunfo de Santa María)

Del mismo modo, en Quito, Nuestra Señora pidió la cooperación de la Madre Mariana en su gran misión que la vincula a nuestros días.

En 1582, cuando la Madre Mariana estaba rezando ante el Santísimo Sacramento, por primera vez se le concedió ver la herejía, la blasfemia y la impureza que inundarían el mundo como un castigo en el siglo XX. Nuestra Señora le preguntó: “¿Hija mía, quieres sacrificarte por la gente de aquél tiempo?”. La Madre Mariana respondió: “Estoy dispuesta”. Por la violenta impresión que le causó la vista anticipada de los horrores de nuestro tiempo, la Madre Mariana cayó muerta. Es histórico y  hay pruebas documentales de que esta santa religiosa murió verdaderamente en 1582 y fue después resucitada. Ante el tribunal divino, se le dio la opción de quedarse en en el cielo o volver a sufrir en el mundo. Siguiendo el ejemplo de la Virgen, que dejó la gloria del cielo para proteger a sus hijos durante los difíciles primeros años de la incipiente Iglesia, la Madre Mariana eligió volver a la vida para expiar los grandes pecados de nuestro tiempo.

Parece que hay también un mensaje especial para nosotros por la manera que los niños de Fátima y la Madre Mariana han aceptado y abrazado la cruz. El misterio de la cruz es una gracia muy especial que la Sabiduría Eterna sólo otorga a sus mejores amigos. “Es una felicidad mayor para San Pedro, (escribe San Juan Crisóstomo) ser encarcelado por Jesucristo que estar con Él en la gloria del monte Tabor. Para él es una gloria mayor llevar las cadenas de su prisión que tener en sus manos las llaves del Paraíso”.

La Sabiduría Eterna nos dice que el número de los necios es infinito. Por eso San Luis de Montfort dice, que el número de aquellos que no conocen el valor de la Cruz es infinito, y esto sucede para su desgracia. “Tú tienes que sentir  alegría, dice, porque la cruz que llevas es un don tan precioso, que despertaría la envidia de los bienaventurados si fueran capaces de sentir envidia” (Amor de la Sabiduría eterna, p. 97).

2. La existencia del infierno
El primer secreto de Fátima  rompe el mito, la mentira del siglo XX, de que el infierno no existe. El 13 de julio de 1917, Nuestra Señora le dijo a tres niños de 10, 8, y 7 años, “orad, orad mucho porque muchas almas van al Infierno”.

Los Pastorcitos de Fátima, luego de la visión del Infierno

Entonces abrió sus manos y mostró a los tres niños un lugar profundo debajo del suelo. “Ese lugar, (dijo Lucía) era como un mar de fuego en el que vi las almas de hombres y mujeres, con formas humanas envueltas en llamas, llorando y gritando de  desesperación”. Dijo María a los niños: “Habéis visto el infierno donde  van los pecadores si no se arrepienten”. Un dogma católico: La existencia del infierno.

Durante su vida, la Madre Mariana pidió a Nuestro Señor salvar el alma de una hermana rebelde del convento. El asintió a que esta hermana  se salvara, pero se le obligaría a permanecer en el purgatorio hasta el fin del mundo. En compensación, la Madre Mariana tuvo que sufrir, cinco años en la tierra, las penas del infierno. Durante cinco años, sufrió todos los tormentos de los sentidos reservados a las almas en ese lugar terrible y el sufrimiento aún más intenso que el del sentido, de la pérdida de Dios.

Parece obvio que la Virgen quería que el hombre del siglo XX se diera cuenta, de que la “teoría” de la salvación universal de von Balthasar –que ha tenido una enorme influencia en los Papas posconciliares y en particular en nuestro actual papa Juan Pablo II– es falsa y que en realidad el infierno existe: es un lugar, y no está vacío.

Al contrario de la teología del Vaticano II, la Santísima Virgen María sostiene: EL INFIERNO SÍ EXISTE, Y ALLÁ IRÁS A PARAR SI NO TE CONVIERTES A JESÚS Y MARÍA

3. Colapso casi completo de las costumbres

Durante la estancia de Jacinta en el hospital de Nuestra Señora de los Milagros en Lisboa en 1920, la Virgen le dijo: “Los pecados que llevan más almas al infierno son los pecados de la carne.” Hubo otras profecías. Ella reveló a la niña: “Vendrán modas que ofenderán mucho a Nuestro Señor. Las personas que sirven a Dios no deben seguir las modas. La Iglesia no tiene modas. Nuestro Señor es siempre el mismo…” [N.T. La pequeña Jacinta hablaba de cosas que tienen una exacta comprobación en nuestros días en los que vemos a las mujeres usar prendas inmodestas y hasta masculinas, socialmente aceptadas por primera vez en la historia, incluso dentro de los templos y ceremonias litúrgicas como las lecturas, el acolitado y el ministerio de la Eucaristía, repartiendo la comunión y reservando los vasos sagrados en un asombroso paralelismo con lo sucedido en tiempos de Antíoco, particularmente en el cuarto Sumo Pontificado de la época macabea cuando las mujerzuelas irrumpieron en los servicios del Templo]. Ella dijo que los pecados de impureza serían tan numerosos que casi  no habría ningún alma virgen. Dijo también que muchos matrimonios no son buenos, que no agradan a Nuestro Señor y  no son de Dios [N.T. Jacintita acertó plenamente con lo que sabemos acerca del uso de la anticoncepción -con distintos medios- en los matrimonios así como en la pornografía dentro de ellos]. Por último, Jacinta repetía continuamente a Lucía y a la Madre Godinho: “Rezad mucho por los sacerdotes y religiosos. Los sacerdotes deben ser puros, muy puros”. [N.T. una petición de plena actualidad]

Tres siglos antes, en Quito, Ecuador, el 20 de enero de 1610, Nuestra Señora  apareció llevando un báculo en la mano derecha y a su Divino Hijo en su brazo izquierdo para que “todos sepan  que soy misericordiosa y comprensiva. Que vengan a mí, que yo les llevaré a Él.” Ella le dijo a la Madre Mariana que en el siglo XX  “las pasiones se desbordarían y habría una total corrupción de las costumbres, que Satanás reinaría casi por completo por medio de las sectas masónicas. Éstas centrarían sus esfuerzos especialmente en los niños con el fin de lograr esta general corrupción. ¡Ay de los niños de aquellos tiempos.” Obviamente ella está hablando de la revolución humanista secular, de la que tanto se ha escrito, que ha invadido por completo lo secular, así como las instituciones religiosas de nuestro tiempo. [N.T. La perversión de las almas infantiles se realiza en nuestros días por medio de la Televisión y el cine y sobre todo, en España, por medio de la asignatura “Educación para la Ciudadanía” que el gobierno masónico español ha introducido obligatoriamente en las escuelas incluso en las católicas. En ella se presenta a los niños, por ejemplo, la homosexualidad como una opción legítima, natural y respetable]

La cátedra de “Educación para la Ciudadanía”, impuesta por la masonería española, busca la corrupción de las almas infantiles

(Es sorprendente ver a Nuestra Señora referirse a la secta masónica ya a principios del siglo XVII. Fue en el siglo XVII cuando la Masonería en general, se manifestó con la estructura que ha llegado hasta  nuestros días. Sin embargo la masonería estaba estrechamente relacionada con los Rosacruces y se puede remontar incluso a las sectas que existían en la Edad Media.) [N.T. En el tiempo de la madre Mariana, probablemente, no se conocía ni siquiera el término “Masonería”, por lo menos dentro del convento quiteño. Aquí vale lo dicho arriba al comienzo del artículo. Es irrefutable la autenticidad de los documentos existentes de las revelaciones,  que ya usan este término a comienzos del siglo XVII]

Nuestra Señora, a continuación, describe los abusos con que se ataca cada uno de los sacramentos: “¡Ay de los niños de aquellos tiempos, ya que les será difícil recibir el Sacramento del Bautismo y de la Confirmación”. Advirtió que el diablo trataría sin cesar de destruir el sacramento de la Confesión y la Santa Comunión. Lamentó los sacrilegios y abusos del Santísimo Sacramento que entonces se producirían. El sacramento de la Extremaunción sería poco estimado y mucha gente moriría sin recibirlo, lo que  les quitaría la ayuda que necesitarían para “el gran salto del tiempo a la eternidad”.

El Sacramento del Orden Sagrado sería ridiculizado, despreciado y oprimido. El demonio trabajaría sin cesar para corromper al clero y tendría éxito en muchos casos. Y estos sacerdotes “depravados[N.T. La autora utiliza, en su traducción del español, el término “depraved”. Quizás estaría lejos de comprender, cuando escribió el artículo hace algo menos de 20 años, el exacto alcance de su expresión, como se vería más tarde con la eclosión en el pontificado de Benedicto XVI, de la pederastia y la homosexualidad en el clero católico así como sus relaciones ilícitas francas y en muchos casos consentidas por los obispos] que escandalizarían al pueblo cristiano, incitarían el odio de los malos cristianos y de los enemigos de la Iglesia  Romana, Católica y Apostólica [N.T. curiosas las notas que la Virgen da a la verdadera e indefectible Iglesia que es romana por su tradición y liturgia, es apostólica por una sucesión indudable sin ritos dudosos, y es católica por haber sostenido "semper et ubíque- como dijera S. Vicente de Lerins- la doctrina recibida”] para caer sobre todos los sacerdotes [N.T. De los cual tenemos amargas experiencias últimamente con ataques a templos y capillas católicas cada vez más frecuentes]. Este triunfo aparente de Satanás traería enormes sufrimientos a los buenos pastores de la Iglesia.”

Sobre el Sacramento del Matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con su Iglesia, dijo lo siguiente: “La masonería, que entonces estará en el poder, hará que se promulguen leyes inicuas, con el objetivo de acabar con este sacramento, con lo que casi todo el mundo vivirá en pecado. […] El espíritu cristiano decaerá rápidamente, extinguiendo la preciosa luz de la fe hasta que llegue al punto de que habrá una corrupción casi total y general de las costumbres.

La revolución hippie introdujo en el amor libre y un hundimiento de la moral

En estos desgraciados tiempos, habrá un lujo desenfrenado que conquistará innumerables almas frívolas, que se perderán. La inocencia casi ya no se encontrará en los niños, ni pudor en las mujeres. “En el momento álgido de tan gran necesidad en la Iglesia, los que deberían hablar, callarán.”

Esta advertencia resuena con fuerza en los oídos de aquellos que han seguido las apariciones de Fátima: “En el momento álgido de tan gran necesidad en la Iglesia, los que deberían hablar callarán”. Es imposible no preguntar: ¿Por qué el tercer secreto de Fátima no se reveló en 1960 de acuerdo con el mandato de la Reina de los Cielos? ¿Por qué los Papas conciliares y postconciliares permanecieron en silencio ante el mandato de los Cielos?

¿Dónde está la sana reacción a tantas violaciones contra la tradición, el Magisterio e incluso el  sentido común?

La crisis en la Iglesia
Finalmente llegamos a una de las apariciones más importantes de Nuestra Señora del Buen Suceso a la Madre Mariana en 1634, un año antes de su muerte. Cuando la Madre Mariana oraba ante el Santísimo Sacramento el 2 de febrero (la fiesta de la Purificación – Presentación), vio la luz del santuario extinguirse sola, dejando el lugar del altar completamente a oscuras. Esto es significativo en sí mismo para los que hoy en día tenemos razones para creer que, de hecho, en muchas iglesias, en todo el mundo, la luz del Tabernáculo, literalmente, se ha extinguido. [N.T. Impresionante insinuación de la autora que considera la visión de la lámpara extinguida como una metáfora de lo que sucedería en nuestros días  al suscitar dudas, en muchos, sobre la presencia sacramental y la validez de algunos ritos por lo menos en algunas ocasiones y en algunos sitios. También Pío XII anunció proféticamente en un texto poco conocido que la luz del santuario llegaría a extinguirse en algún  momento posterior a él]

Nuestra Señora le explicó los cinco sentidos de la luz del Tabernáculo que se había extinguido ante sus ojos.
El primer significado: En el fin del siglo XIX y en el XX,  diferentes herejías se propagarán en la tierra “… A medida que estas herejías se difundan e imperen, la preciosa luz de la Fe se extinguirá en las almas por la  casi total corrupción de las costumbres. Durante este período, habrá grandes calamidades físicas y morales, tanto públicas como privadas”. [N.T. Las catástrofes naturales, como comprobamos, son frecuentísimas en nuestros días superando en frecuencia e intensidad a las habidas en los registros de series de otras épocas]

Sin embargo, habría almas, prometió Ella, que seguirán siendo fieles y que preservarán el tesoro de la fe y las virtudes. Pero estos sufrirían un martirio cruel, atroz y prolongado. “Para  liberar a los hombres de la esclavitud de esas herejías, los elegidos de mi Santísimo Hijo para efectuar la restauración necesitarán  una gran fuerza de voluntad, constancia, valor y confianza en Dios. Para probar la fe y la confianza de los justos, llegará la ocasión en que todo parezca estar perdido y paralizado. Entonces, será el feliz comienzo de la restauración completa”.

Estas almas escogidas para restaurar la salud de la Iglesia, parecen ser muy similares a los apóstoles de los últimos tiempos predecidos por San Luis María Grignion de Montfort.

El segundo significado: La crisis en el clero, tanto secular como regular. Muchas vocaciones se perderán, y la injusticia y la iniquidad entrará en los conventos y monasterios con el pretexto de “falsa caridad”, causa de estragos en las almas”. “El clero secular, (Ella dijo), dejará mucho que desear porque los sacerdotes serán descuidados en sus deberes sagrados. Carecerán de la brújula de la voluntad divina, y se apartarán del camino trazado por Dios para el ministerio sacerdotal, y estarán  apegados al dinero y a la riquezas, que ellos se esforzarán indebidamente por obtener”.

Jóvenes danzando en vaqueros (blue jeans) durante una vigilia conciliar

“¿Cuánto sufrirá la Iglesia durante esta noche oscura!… Careciendo de un prelado y padre que los guíe con amor paternal, dulzura, fuerza,  sabiduría y  prudencia, muchos sacerdotes perderán su espíritu, poniendo sus almas en gran peligro”. [N.T. Como se ve la “carencia de una prelado” en nuestros desgraciados tiempos se presta a interpretaciones diversas]

El tercer significado: la impureza penetrará en los ambientes y  ya casi no habrá almas vírgenes en el mundo. Ya he mencionado esta profecía, por lo que seguiré a la siguiente.

El cuarto sentido: “las sectas masónicas, después de haberse infiltrado en todas las clases sociales, sutilmente introducirán su enseñanza en las familias con el fin de corromper a los niños”, advirtió. Es la invasión del humanismo secular de la masonería y los errores del comunismo. Pero Nuestra Señora prometió que “habría comunidades religiosas y personas individuales que trabajen con valentía y celo desinteresado por la salvación de las almas. Contra ellos, los impíos harán una guerra cruel”.

El quinto significado es muy interesante: la Virgen dijo: “La quinta razón de que la luz se hubiera extinguido sería debido a la laxitud y a la negligencia de aquellos que poseen grandes riquezas, y que permanecerán indiferentes siendo testigos de la opresión de la Iglesia, de la persecución de la virtud, y del triunfo del demonio, sin emplear  piadosamente sus riquezas en la destrucción de este mal y la restauración de la fe”.

La Reina del Cielo también advirtió de que esta extinción de la luz del Tabernáculo también se debería a la indiferencia de la gente que permitiría que el Nombre de Dios desaparezca poco a poco, adhiriéndose al espíritu del mal, y entregándose libremente a los vicios y pasiones.

Fátima y Quito: Los mensajes que confirman unos a otros
Me parece oportuno dar a conocer al público de habla inglesa, la historia de Nuestra Señora del Buen Suceso y de la Madre Mariana de Jesús Torres. Pues, al igual que lo hizo en Fátima, pidió  oración y sacrificio para reparar los atropellos y abusos de este siglo infeliz. Pero también, en Quito, al igual que lo hizo en Fátima, se nos asegura  su ayuda y el triunfo final.

El mensaje de Nuestra Señora del Buen Suceso es, como el de Nuestra Señora de Fátima, un mensaje de gran esperanza. Ella prometió que habría almas llenas de confianza incondicional  para lograr la feliz restauración. Ella prometió su intercesión en el momento mismo en que el mal parecería triunfar y cuando la autoridad abuse de su poder. Esto marca, tal como ella dijo, “la llegada de mi hora, cuando, de una manera maravillosa, voy a destronar al soberbio y maldito Satanás, pisoteándolo bajo mis pies y aprisionándolo en el abismo infernal”. Estas palabras armonizan perfectamente con el mensaje de esperanza que la Virgen entregó a los tres niños en Fátima en 1917: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará”. [N.T. en mi opinión, que se aparta en este punto de la opinión más extendida, el triunfo de María, como decía San Luis María Monfort, o del Inmaculado Corazón vendrá en algún momento de la historia no muy lejano. Pero no tiene como condición previa la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón. Este fue el tema de la segunda parte del secreto de Fátima cuando la Virgen pidió dicha consagración, para la victoria sobre los crímenes y errores de Rusia. La Virgen predijo que al final se realizaría la consagración -así sin condiciones- (como sucedió con Pío XII en su  Carta Apostólica “Sacro Vergénte Anno” de 1952 en la que consagraría “Rusia y los pueblos de Rusia” al Inmaculado Corazón. La Virgen cumplió su promesa y derrotó al Dragón rojo del comunismo pero, como había anunciado, esto sólo sería durante “Algum tempo de paz”. Quizás ya ha se ha cumplido ese tiempo y ahora nos queda sufrir de nuevo la acometida de la guerra -quizás también por parte de Rusia- y del anunciado Castigo (“como nunca lo hubo antes ni lo habrá después”) que dará paso a la época dorada en la historia de la Iglesia, reinando Cristo con María, con nuevos Papas y un desbordamiento de la Santidad. Todo esto es un resumen de muchísimas profecías católicas y la interpretación obvia y literal de muchos pasajes bíblicos]

Este es el secreto para el éxito de la contrarrevolución: estar convencido de la victoria que Nuestra Señora prometió. No es suficiente mantener meramente una  firme resolución de sufrir... Es necesario tener algo que es a la vez más arduo, aunque más suave. Es mantener la convicción de que al final las cosas terminarán teniendo éxito.

Para llegar a ser dignos del éxito, y la victoria que la Virgen predijo, necesitamos una confianza sobrenatural. Tenemos que estar totalmente convencidos de la victoria –la promesa- de Nuestra Señora en Fátima en 1917: “Al final mi Corazón Inmaculado triunfará”. Tenemos que estar completamente convencidos de la restauración feliz según las palabras de la Virgen de Quito en 1634: “Para probar esta fe y la confianza de los justos, habrá ocasiones en que todo parezca estar perdido y paralizado. Es entonces cuando será el feliz comienzo de la restauración completa”. [N.T. esta idea se repite en muchísimas profecías]

Una consideración final
Me parece que contemplando el semblante de Nuestra Señora de Fátima, vemos a Nuestra Señora del Castigo. Su mirada maternal dirigida hacia abajo no sólo con una gran misericordia, sino también con una profunda tristeza, mira a una humanidad sufriente y agonizante. Lucía cuenta que en la tercera aparición, la Virgen mostraba  la tristeza de su alma. En la última aparición, Lucía refiere, que Ella con una expresión aún más triste, dijo: “Dejen de ofender más  a Nuestro Señor, que ya está muy ofendido”. En su semblante vemos la profecía del castigo.

Una profunda tristeza en la mirada de Nuestra Señora de Fátima: Nuestra Señora del Castigo

Nuestra Señora del Buen Suceso aparece maternal pero triunfante. Es la Madre y la Reina. Su mirada nos asegura la victoria final y el triunfo del Corazón de Jesús y del Inmaculao Corazón María, cuando en la feliz restauración, reinarán como Rey y Reina tanto en lo en lo espiritual como en  lo temporal.
   
 Nuestra Señora prometió su triunfo

Ella es sin duda la Reina del Reino de María. Ella nos asegura en el momento de la gran prueba y el castigo,  su victoria. Ella nos da esperanza de que aunque sea difícil, el camino es el camino correcto. Ella nos anima a orar y luchar con confianza y paz, para que la victoria llegue en nuestros días. Ella nos invita a cumplir con el rol profético, por pequeño que sea, que Ella misma nos otorga en el logro de esta victoria.

Es de interés del lector el saber que la Virgen del Buen Suceso prometió “su consuelo y protección” a las almas fieles que fomenten la devoción a Ella [N.T .bajo esta advocación] en el siglo XX, ya que es su deseo y el de su Divino Hijo, el que sea conocida ahora bajo esta invocación tan llena de promesas: NUESTRA SEÑORA DEL BUEN SUCESO.

Que todos los que recurran a ella bajo este título puedan sentir su bondad maternal y recibir “un buen suceso” [N.T. arcaismo castellano, de donde procede el nombre de esta advocación, que equivale a éxito] en todas sus empresas y necesidades. Que el conocimiento de esta devoción acelere el día en que sea conocida y honrada en todas partes como Reina del Cielo y la Tierra como lo ha profetizado – En Quito y en Fátima-.

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